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martes, 3 de junio de 2014

Cáncer

Cáncer:

El cáncer parece ser una enfermedad tan antigua como lo es la vida de los organismos multicelulares en nuestro planeta. Son testimonio de ello los tumores encontrados en los huesos de fósiles de dinosaurios o en las momias humanas descubiertas en Egipto y Perú.
La cirugía y el tratamiento con determinadas sustancias son recursos adoptados desde hace cientos de años para combatir esta enfermedad que sigue siendo en muchos casos mortal; en el año 2000 a.C. se practicaba en la India la extirpación de los tumores, y alrededor del año 180 d.C.se inicio el empleo de ungüentos a base de arsénico y plomo para el tratamiento de tumores.



Bajo la denominación de cáncer se engloban, en realidad, distintas enfermedades que varían en sus manifestaciones clínicas y en su respuesta a las medidas terapéuticas, pero que comparten mecanismos desencadenantes comunes.
Se han descrito más de 100 formas distintas de cáncer de acuerdo con el órgano o tejido en el que se originan. Los más frecuentes son los llamados carcinomas, que constituyen cerca del 90% de los canceres, y se generan de los epitelios  o capas celulares que recubren la superficie de nuestro cuerpo, tal vez porque este tipo de tejidos son los que más proliferan y/o porque suelen ser los más expuestos a varias formas de daño físico o químico relacionadas con el desarrollo de cáncer.

Las leucemias y los linfomas se producen a partir de las células formadoras de la sangre (hematopoyéticas) que residen en la médula ósea  y en los tejidos linfáticos y, aunque son menos frecuentes que los carcinomas, causan mayor impacto moral, social y económico pues afectan a niños y jóvenes lo cual puede reducir su esperanza de vida y productividad.
Los sarcomas son los más raros y se originan en el tejido conjuntivo y en las estructuras de soporte, musculo, nervios, así como en los vasos sanguíneos y linfáticos.


El cáncer se encuentra en la actualidad entre las dos y cinco primeras causas de muerte en los países desarrollados y en algunos grupos poblacionales de diversos  países en desarrollo; los más comunes son los de pulmón, estomago, mama, colon/recto y del cuello del útero; aunque los tipos de cáncer predominantes pueden variar de un país a otro.


Tipos de modulación del comportamiento celular:

En las primeras etapas del desarrollo de un organismo multicelular, a partir de una célula huevo que inicia su división activa, las señales que le indican a cada célula hija cuando y que tanto dividirse, así como que funciones efectuaran son, en un principio, elaboradas, secretadas y vueltas a captar por ellas mismas o por las células vecinas de un mismo tipo. A esta forma de modulación del comportamiento celular, al que recurren frecuentemente las células cancerosas para sortear los controles que limitan la división de las células normales, se le conoce como regulación autocrina.
Poco a poco, y a medida que se inicia la diferenciación celular, este tipo de regulación deja de funcionar  para ser reemplazada por otra, la regulación paracrina, en la que unas células producen y secretan las señales(células señaladoras) y otras células vecinas las captan y responden a ellas (células “diana” o “blanco” de las señales).

Con la aparición del sistema circulatorio y el crecimiento del organismo embrionario, las distancias se hacen más grandes, y ahora las señales requieren viajar a los lugares distantes en los que se encuentran las “células  receptoras”, cuyas funciones  serán reguladas como resultado del mensaje transmitido por ellas. Esto es lo que se conoce como regulación endocrina.

Evolución del cáncer en etapas:

La transformación de una célula normal en una célula cancerosa o maligna no parece tener lugar en un solo paso, sino que se produce por etapas. En los tejidos accesibles para ser estudiados como la piel o el cuello del útero, se han podido observar alteraciones sutiles de algunas células como la metaplasia y la displacia. La metasplacia consiste en la transformación de un tipo celular maduro en otro también maduro; este proceso no necesariamente está asociado con la carcinogénesis. En la displacia las células adquieren una morfología y comportamiento distinto al de las células vecinas. Nuevas modificaciones en las células tumorales traen consigo una proliferación ilimitada que se extiende hacia los tejidos aledaños, lo que da lugar a los tumores cancerosos o malignos. Cuando un tejido adulto y diferenciado cambia su morfología  por la de uno menos diferenciado, se dice que es anaplásico, lo cual está directamente asociado a las neoplasias  malignas.  
Aunque la radiación solar es fuente de energía y de vida, entre los primeros agentes reconocidos como cancerígenos para el ser humano se encuentran las radiaciones ultravioleta y las ionizantes ,provenientes del sol, y a las cuales se ha expuesto desde épocas más remotas desarrollando principalmente carcinomas escamosos y melanomas en la piel ,así como cáncer en los labios. Se estima que la luz ultravioleta puede ser responsable de 90% de los cánceres en los labios, de 50% de los melanomas y 80% de los demás tipos de cánceres de la piel, además de que se piensa que la luz solar puede estar relacionada con 1 a 2% de todas las  muertes por cáncer.
Entre los factores que incrementan la vulnerabilidad de los individuos ante la radiación solar se encuentran:
·         La cantidad de pigmento y habilidad para broncearse,
·        La herencia
·        La exposición a sustancias químicas y

·        La cantidad de exposición a la luz solar.

 
Fuente:
Libro: Cáncer: Herencia y ambiente
Autor:Cristina Cortinas
Editorial:Fondo de Cultura Económica

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